Los bebés nacen con algunas preferencias gustativas básicas. En un estudio de investigación, los bebés chuparían más rápido y más fuerte con líquidos dulces que con soluciones amargas, ácidas, saladas o neutras (agua). Además, los sabores dulces tienden a reducir el llanto y dan lugar a expresiones faciales satisfechas, mientras que las soluciones amargas tienden a provocar expresiones de disgusto.
Referencias
Crook, C. (1987). Taste and olfaction. In Salapatek, P., & and Cohen, L. (Eds.), Handbook of infant perception. Orlando, FL: Academic Press.
Steiner, J. E. (1974). Innate, discriminative human facial expressions to taste and smell stimulation. Annals of the New York Academy of Sciences, 237, 229